Escritor de vocación, Romero García publicó sus artículos de carácter literario o político en periódicos y revistas de la época, tales como Eco Andino, El Cojo Ilustrado y Cosmópolis.
Su novela Peonía (1890) es considerada como uno de los primeros símbolos del criollismo en la literatura venezolana. Pese al éxito de su obra, la política lo absorbe. Actúa como jefe de Estado Mayor en la revolución encabezada por Cipriano Castro (1899). Después de un fervoroso apoyo, rompe con Castro en 1902; se exilia y regresa durante la dictadura de Juan Vicente Gómez; una vez más se va del país hasta radicarse en Aracataca, Colombia, donde fallece.
Romero García dejó varias obras inconclusas: Marcelo, Escenas de la vida revolucionaria, Mi parroquia y Los pigmeos. En 1966 se publicaron sus Obras completas y en 1977 sus Notas personales.

