Desde sus inciertos orígenes en los sórdidos arrabales orilleros, hace más de un siglo, el tango ha recorrido un largo camino hasta convertirse en sinónimo y espejo musical del país que le dio origen. Así como el hombre argentino es una cruza de criollo con italiano, español, judío y árabe, el tango también es un producto del crisol de razas: una música que, en sus comienzos, fue una combinación de ritmos nativos y foráneos, traidos al país por esos inmigrantes. Sin embargo, y tal como dice Ernesto Sabato en el Estudio Preliminar de este libro: 'Negar la argentinidad del tango es como negar la existencia de Buenos Aires'. En este libro ejemplar, Horacio Salas da cuenta de todo eso: las raíces del tango; el mito de los compadritos y orilleros; los peringundines y los conventillos; el bandoneón; la Guardia Vieja; los primeros letristas y los primeros poetas del tango; el lunfardo; los cantores; las mujeres; las grandes orquestas; la calle Corrientes; la crisis musical e ideológica entre puristas y modernos; el advenimiento del nuevo tango. Por estas páginas desfilan Celedonio Flores, Pascual Contursi, Homero Manzi, Carlos Gardel, Enrique Santos Discépolo, Aníbal Troilo, Homero Expósito, Osvaldo Pugliese, Ástor Piazzolla, Roberto Goyeneche y Susana Rinaldi, entre muchos, muchísimos otros nombres ilustres. Pocos libros superan la mera crónica periodística al encarar la problemática del tango, su mundo y su lenguaje, su relación con la cultura popular y sus incidencias sobre ella: El tango es una de las ilustres excepciones a esa regla. Por esa sencilla razón, leerlo es indispensable para todo aquel que aprecie esa síntesis del espiritu de Buenos Aires que es el tango.